sábado, 4 de junio de 2011

burger station – la godzilla


últimamente he tenido la costumbre de comenzar mis escritos con una queja acerca de mí mismo; después de haber expuesto mis problemas de geografía, impaciencia y desconfianza ortográfica cabe resaltar mi pésimo sentido de ubicación conjugado con mi personalidad asocial e insegura. pocas veces me he atrevido a preguntarle a un desconocido por el lugar en que está ubicado determinado sitio, ya que además de mis múltiples y profundas introversiones para sencillamente decir un “buenas tardes”, es por todos sabido que ese refrán contradictoriamente mexicano de que “a roma se llega preguntado” es una falacia. para la presente ponderación tenía que llegar a un restaurante en el municipio de san pedro garza garcía, por lo que solicité ayuda de diversos compañeros sanpetrinos para que me ubicaran, ellos tan empáticos como siempre me dijeron en un tonito muy sanpetrinamente categórico: “goeey, no seas naco y sencillamente busca la placita del oxxo en gómez morín y roberto garza sada”, disimulado que sabía perfectamente la ubicación del restaurante y tratando de asimilar que “cindy la regia” (@cindylaregia) solamente existe en el imaginario colectivo, evoqué los principios místico filosóficos del fundador del partido acción nacional y la cultura emprendedora del prócer regiomontano, y decidí emprender la causa hacia al: burger station.

del cómo:

en lo personal en más de una ocasión he pensado qué sería de nuestra vida sin estar preocupándonos constantemente por las pinches consecuencias, creo que de entrada es una pregunta retórica que desemboca irresponsablemente en el absurdo, sin embargo, imaginemos por un momento un escenario idílico, ligero y alegre donde se pueda manejar kilómetros y kilómetros sin necesidad de echar gasolina, consumir horas y horas de energía estando tranquilo por el medio ambiente y el recibo de la comisión federal de electricidad, comerse docenas y docenas de tamales navideños sin preocuparse por estar en la mira de la abuela para ser cocinado en vísperas navideñas, o tomar y tomar sin amanecer queriendo que nos corten la cabeza o sin que aparezca el ogro moral que se vale de la cruda para clavarnos los dientes, cuestionarnos y acusarnos por lo realizado la noche anterior, diría fadanelli.

pero bueno, toda consecuencia es generada por una causa y lamentablemente al no existir ese escenario descrito, habrá que actuar precavidamente y con mesura de vez en mes o más fácilmente saber disfrutar de las consecuencias. traigo a la mente aquella ocasión en que mi mejor amigo bob rodríguez (@alejandro_rdze), encontrándonos en un estado casi casi catatónico después de una noche de fiesta, explicó su “teoría del abandono” que sugiere el disfrute de la cruda para salir de ella, él propone abandonar este mundo por unos momentos, cerrar los ojos, poner la mente en blanco y cuestionarse en absoluto silencio… en estos momentos ¿qué es lo que mi cuerpo necesita para sentirse mejor?, las respuestas pueden ser tan variadas como: un gatorade azul, una orden de tacos pipe, un regaderazo con agua fría, dormir, agua, aspirinas, etcétera. una vez explicada la teoría, emprendí la práctica por primera vez y el resultado inesperadamente fue una fanta naranja fría en lata, ahí me tienen, desmañanado, ojeroso, jaquecoso, adormilado y hasta enojado rumbo a la primer tienda que encontrara abierta para comprarme lo que la teoría del abandono de bob, me había solicitado. les cuento que el resultado fue sorprendente y altamente recomendable, el problema empezó cuando al utilizar reiterativamente la teoría del abandono, las respuestas se fueron empatando con cuestiones económicas y de difícil acceso como: fritada, menudo, clamatos especiales, chilaquiles con salsa verde… pero bueno eso punto y aparte.

no tengo la idea si la persona que me recomendó el presente lugar, conoce dicha teoría o por lo menos tiene noción de que muchas veces hay que disfrutar las consecuencias independientemente de las causas de la mejor manera posible para seguir adelante, lo que sí sé es que el compañero @pinchepavlo me pidió comer las hamburguesas del burger station, ya que son las que él come en la cruda y también en la no cruda y le parecen bastante buenas.

pavlo estudia para ser licenciado en derecho y al momento que me hizo la recomendación se encontraba en salamanca, españa (joder tío) haciendo unas materias durante el semestre que recién termina, de apariencia similar a eddy, ex–jumbo, aficionado a los tigres (acaso hay otro equipo en la ciudad), blogero (http://ilpinchepavlo.blogspot.com/) y con un lenguaje tuitero adjetivado fundamentalmente en cualquier grosería que empiece con la letra pe. pavlo, a reserva de que eventualmente lleguemos a conocernos más, lo considero una persona que afronta las causas sin miedo a las consecuencias, por lo menos en lo que al lenguaje se refiere y eso en lo personal significa mucho. de ahí que su recomendación me haya parecido sincera y fuera a probarla sin cautela alguna.

después de casi chocar y tomar un túnel que me desvió unos 500 metros del lugar, llegué al burger station y de entrada me pareció un lugar como cualquier otro, el decorado me recuerda a las alitas, el bites o bien hasta el papalote. maderita por aquí y maderita por allá, pantallas para ver eventos deportivos, sillones y mesas con rollos de servilletas, espacio exterior estilo terraza para aquellos que disfrutan el placer de fumar. el lugar no es muy grande e insisto de novedoso tiene poco. de hecho estuve a punto de reclamar ya que en el lugar, como parte de la decoración solamente tienen una camiseta de rayados, lo que sin lugar a dudas desde un inicio lo tomé como una señal apocalíptica de la experiencia.

pedí el menú y empecé a leerlo con harto detenimiento analizando las diez diferentes opciones de hamburguesa que se manejan estos cuates, me llamó la atención que justo antes de que apareciera la lista de opciones había una frase que rezaba: todas nuestras carnes son angus certified beef, pensé que en mi menú esto era una equivocación o algún chistosito había tachado la palabra angus, pero no fue así, solicité otro menú y observé la misma enmienda. no entendí la verdad y con más dudas que certezas me dispuse a pedir mi alimento.

me decidí por la hamburguesa llamada “la godzilla ½ lb.” confieso que las razones por las cuales escogí dicha hamburguesa fueron totalmente parciales y subjetivas en un inicio. al leer el su nombre, recordé aquella expectativa que generó en mi primo javi y un servidor la película de “godzilla” en un lejano 1998, tanto los trailers como la promoción que le hicieron, nos hizo emocionarnos de sobremanera. recuerdo que veíamos por la ciudad panorámicos con la frase: “el tamaño sí importa” o con el ojo de godzilla y de alguna u otra forma cada día nos preparábamos más para presenciar una de le mejores películas que estaríamos seguros veríamos en toda nuestra vida. después de ver la película, yo puedo decir que ese fue precisamente el día cuando descubrí que existían, la películas malas. las expectativas generadas fueron inversamente proporcionales al grado de decepción de la versión moderna de la película del monstruo de origen japonés.

haciendo un sincero esfuerzo por que los monstruos del pasado fueran superados, leí con detenimiento la descripción enunciativa de la misma y encontré: lechuga, tomate, cebolla, mayonesa, queso amarillo, jamón, tocino, champiñones y aguacate.

si en esos momentos fuera un perro, seguramente me encontraría moviendo la cola y es que como no emocionarse ante semejante lista de alimentos. además ½ libra de carne, que no se sí sea angus beef certificada pero pues armonizada con toda esa lista de ingredientes dentro de dos trozos de pan, sin lugar a dudas me hace de nueva cuenta generarme expectativas… entonces después de probarla,

la calificación fue la siguiente:

escala del 1 al 10ponderación final
sabor80.37 x 6.5 = 2.96
ingrediente principalØ carne O pollo O pescado O camarón
presentación7.50.21 x 7.5 = 1.57
consistencia90.20 x 9 = 1.80
experiencia7.50.22 x 7.5 = 1.65
calificacion final = 7.98

la godzilla llegó a la mesa bastante mansita sin causar asombro ni destrozo alguno, sobre un plato con una hojita con los símbolos del lugar acompañada de pocas papas fritas. al mirarla detenidamente me percaté que la misma venía como que medio apachurradita y bofita, de hecho el jamón le otorgaba un efecto similar al de estar sacando la lengua por lo cansada. veredicto inicial: la godzilla llegó derrotada a mi mesa.

después descubrí los panes para llevarme la sorpresa de que tenía embarrada mayonesa de una manera muy brusca sobre el pan, el cual cabe hacer mención que se encontraba bastante bien tostado, lamentablemente no fue lo mismo para el tocino que simplemente puedo decir que se les pasó la mano. el sabor de la carne combinado con el jamón es aceptable a secas.

respecto a las verduras, la lechuga se encontraba rayada (al parecer quieren hacer énfasis en su fanatismo futbolero), los champiñones a mi parecer estaban muy grasos y los aros de cebolla morada, las rebanadas de tomate y diversas rajas de aguacate terminan por otorgarle un agradable sabor en su conjunto a la hamburguesa que permanece firme en su consistencia.

creo que la godzilla me quedó a deber, aunque cabe hacer mención que la hamburguesa no es mala, pero a mi parecer no sé si me faltó ir crudo o tal vez no debí de haberme guiado por el nombre de la misma, ni hacerme tantas expectativas pero el resultado es sencillamente aceptable. prometo volver a probar otro tipo de hamburguesa, estoy seguro les irá mejor.

comentarios puntuales:

  • el precio de la hamburguesa es de $107.00 pesos.
  • buen sabor en general, se aplaude que sean al carbón y que el pan se encuentre tostadito rico.
  • el tocino estaba muy tostado casi rayando en lo quemado y el champiñon estaba muy grasoso (that's what she said).
  • de inicio en la mesa hay bote de ketchup y mostaza.
  • se le pueden agregar topings por ocho pesos más.
  • las papas fritas me parecieron ásperas, sí lo leen bien. áspero, entendido por la rae como: insuave al tacto, por tener la superficie desigual, como la piedra o madera no pulimentada, la tela grosera… bueno, pues así exactamente me parecieron, buenas, digo normales pero ásperas, ah y también insuficientes.
  • el refresco light en lata cuesta de $19.00 pesos.

mi recomendación es:

no por nada dice rafael pérez gay que el verdadero patrimonio de los mexicanos es la desorientación. no quiero culpar al compañero pavlo de desorientación gastronómica, sin embargo esperaba más del burger station.


1 comentario:

  1. I neg to difer jaja. No, yo probé la crispy bacon o algo así, la godzila nunca la probé... funk! se me antojó!

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