domingo, 29 de mayo de 2011

wings – wings burger con queso


los aeropuertos definitivamente como lugar de encuentros contradictorios, por un lado la madre histérica que necesita encontrar la mejor manera de explicarle a su hija menor que su primer acercamiento con mickey deberá posponerse por trámites migratorios, por el otro, dos enamorados que se funden en un abrazo para tratar de reponer la eternidad que no estuvieron juntos (me confirman ese par de enamorados que la eternidad dura 28 días), los aeropuertos como campos de cultivo de paciencia y lamentablemente también como de indispensable trámite burocrático. los aeropuertos como lugares en definitiva para vivir, los aeropuertos como posibilidad de sobrevivir a ese vivir, los aeropuertos como espacios para comer y porqué no, para comer hamburguesas. en la presente ocasión tuve la oportunidad de asistir al: wing´s.

del cómo:

fabrizio mejía madrid dice que juan villoro huye en cada una de sus novelas y cuentos para ir a lo que está lejos, lo que signifique un viaje donde las maletas siempre se pierden. de hecho, la certeza de que se van a perder es lo que lo mueve al viaje. sin equipaje, se lleva a sí mismo. yo sinceramente me siento bastante identificado con lo que se dice del cuentista (ok, ¬¬ ¿con qué de mi homónimo no me siento o me quiero sentir identificado?), de ahí que constantemente me encuentre huyendo inventándome viajes, que de ¿qué o de quién huyo?, no tengo la menor idea pero yo sigo fiel y permanentemente huyendo.

en días pasados los compañeros de american airlines cancelaron mi vuelo, de las ocho a eme con destino a la ciudad de washigton, argumentando dudosas razonas climáticas, y con autonomía monárquica, agradablemente decidieron colocarme en el vuelo de las dos pe eme, armado con suficiente material de lectura pero sobretodo con disposición de sobrevivir a la eventualidad presentada, permanecí en el aeropuerto por más de cinco horas. a la hora de comer decidí buscar una hamburguesa y que mejor que la que ofrece el wings como fiel símbolo del terreno provisto de pistas, instalaciones y servicios destinados al tráfico de aviones.

el wings se puede catalogar dentro del apartado de cafeterías (cfr. martin´s, vip´s, sanborns) para echarse un cafesito con un menú variado para sobrellevar el día a día sin mucha exhuberancia o pretenciosidad (qué palabras tan mamonas estoy usando), en vulgo español, digamos un restaurante cumplidor; con la excepción de que generalmente el wings se localiza en los principales aeropuertos de las entidades federativas de la república mexicana (ver artículos constitucionales 43 y 44) en donde se encuentra dicho negocio (sonora, chihuahua, nuevo león, jalisco, querétaro, edomex, defe, hidalgo y los cabos (ah chinga los cabos no son estado, bueno la referencia la obtengo directamente de la página de internet, no es mi culpa a pesar de mis nulos conocimientos en geografía (cfr. el post anterior del atlántica (cuidar de nueva cuenta el uso de paréntesis)))).

el lugar es agradable sobretodo por lo inusual que puede significar para uno comer entre aviones, no se me malinterprete, pero el wings (cada vez que escribo wings, el corrector ortográfico cambia la palabra a Kings) resulta práctico y a la vez proponen un ambiente de tensa calma en dichos lugares que en lo particular me causan tensiones y constante nerviosismo.

en el lugar se disfruta música variada de los canales musicales de sky y en las pantallas se encuentran los itinerarios de los vuelos y las diferentes aerolíneas que están por salir. el servicio suele ser mucho más diligente y atento que el que ofrecen los empleados de las aerolíneas en los mostradores y a grandes rasgos puedo decir que el lugar es bueno. como dato cabe mencionar que cuentan con servicio de wifi para lo que se pueda ofrecer.

solicité el menú y al encontrarme con tres tipos de hamburguesas en el apartado casualmente también llamado hamburguesas, me decidí por la llamada: wings burger con queso, en el menú no existe descripción alguna de cualquier alimento sin embargo llama la atención la anotación al margen que ofrece por catorce pesos más, la inclusión de aros de cebolla o tiras de tocino.

la calificación fue la siguiente:


escala del 1 al 10ponderación final
sabor70.37 x 7 = 2.59
ingrediente principalØ carne O pollo O pescado O camarón
presentación7.50.21 x 7.5 = 1.57
consistencia80.20 x 8 = 1.60
experiencia6.50.22 x 6.5 = 1.43
calificacion final = 7.19

no me sorprendió encontrarme comiendo en un lugar rodeado de aviones, ni mucho menos que apareciera frente a mi un plato con una hamburguesa con queso, papas fritas, una hoja de lechuga, dos aros de cebolla y dos rebanadas de tomate; lo que sí me hizo pelar los ojos fue el tremendo tamaño y el grosor del ingrediente principal de mi platillo.

la carne, caray, me cuesta trabajo describirla pero a simple vista me resultó fuerte, jugosa, sabrosota, cachondona, gordita la muy condenada, y ahí me detengo para haceruna breve reflexión y perdón si me desvió del principal motivo del presente blog, pero tengo la sospecha que desde hace tiempo los gordos dejaron de ser felices, aquella imagen clichesesca de la gordita feliz y el gordito bonachón está a mi parecer totalmente pasada de moda y muy desgastada, sospecho lamentablemente se debe a nuestros jodidos tiempos postmodernistas y postapocalípticos, resulta difícil creerle a alguien con problemas de sobrepeso su felicidad, no digo que ya no existan personas que realmente no sean felices con su forma de ser pero en lo personal hace bastante que conozco alguna, en fin... al tener frente a mi a la carne de hamburguesa, la descubrí gordita cubiertita con una rebanadita de quesito (nótese la utilización del diminutivo cuando empiezo a imaginarme y por ende antojarme lo que describo) y simplemente desconfié y para mi mala suerte (taibo II dice que la buena suerte no existe) el resultado fue bastante insatisfactorio.

el sabor de la carne es malo hay que decirlo y con todas sus letras, digamos que es tanta la carne y eso no necesariamente es malo, pero cómo explicarlo… sencillamente el sabor es malo, no hay sazón, ni condimentos, ni motivos metapaladarezcos (refiérase a las sensaciones que uno experimenta después de que el sagrado alimento tiene contacto con el paladar), nada, carajo.

del tostado del pan con mantequilla mejor ni hablamos, así como tampoco de la poca cantidad de papas. aspectos positivos: pues el queso es regularmente bueno y que no te avisen en el menú qué es lo que contiene genera una sensación de entusiasmo que siendo sincero cualquier cosa podría esperar.

comentarios puntuales:

  • el precio de la hamburguesa es de $103.00 pesos.

  • el grosor de la carnes es por mucho ampliamente superior a la mayoría de las hamburguesas aquí anteriormente ponderadas pero lamentablemente su sabor no es nada agradable.

  • al llegar la hamburguesa te traen un bote de salsa ketchup, de mostaza y un platito con chiles jalapeños.

  • las papas fritas resultan anodinas para tremendo pedazo de carne que hay que empaquetar.

  • se cuenta con el servicio de factura electrónica vía su página de internet, bien jurídicamente por eso.

  • el refresco light en lata cuesta de $28.00 pesos. ojo hay refresco refil pero no hay light, @claugzzl y yo exigimos una explicación.

mi recomendación es:

no necesariamente el marrano más trompudo se lleva la mejor mazorca.


sábado, 21 de mayo de 2011

las alitas – regia

escrito pensado en la persona que no le importan los resultados de un piedra, papel o tijera.

jorge volpi afirma que los seres humanos nos caracterizamos por el orgullo y la tozudez, empeñándonos en revivir el pasado a partir de un señuelo, un olor, una fotografía hecha pedazos. inicio el presente post recordando una época donde existía un escenario permanente continuamente matizado por particularidades irrelevantes, como: un grupo de amigos, olor a pubertad, poco efectivo, juegos de fútbol en las pantallas y alitas, muchas alitas de: las alitas (sucursal plaza real).

del cómo:

fue un invierno del año 2003 cuando en los periódicos locales apareció un anuncio promocionado un restaurante llamado “las alitas” el cual ofrecía casualmente una ganga en el alimento homónimo: 25 por 50 pesos. increíble, no miento si hubo semanas enteras en compañía de mis amigos de la preparatoria (entre los que se encuentran: @albertorobledo @aepcomics @FerC17 @cesargomez86) que degustamos a diario el sagrado alimento. eventualmente la promoción desapareció, pero a partir de ese momento empezamos a recurrir frecuentemente a dicho restaurante excusándonos en cualquier motivo.

compartimos días del amor, juntas de misiones, cumpleaños, citas románticas y sobretodo partidos de fútbol, fuimos partícipes de todas las promociones, cada vez probábamos más platillos y dejábamos menos propina, fuimos testigos de cuando nuestro querido bob (@alejandro_rdze) empezó a trabajar de mesero hasta el día de su renuncia que sirvió de pretexto para regalarme de cumpleaños su botón y su delantal de mesero que al día de hoy conservo con cariño.

pusimos apodos a varios los meseros (changuito, el luchador), vimos como la brisny (mujer con alto grado de parecido a britney spears) se superó laboralmente hablando, empezando desde mesera, pasando por host, terminando en gerente, de hecho #dicen ahora es dueña de la sucursal… en algunas ocasiones nos bailo el wingalesio, una vez nos peleamos con un mesero, otras veces nos enamoramos de una mesera, un compañero por cinco mil pesos pasó a ser la imagen de los promocionales de una de sus campañas de mercadotecnia, en fin… el anecdotario es infinito.

lo que sucede es que a “las alitas” lo sentimos un restaurante muy pero muy de nosotros los regios, ya que es de los pocos lugares que son bien recibidos en el resto de la república, además de forjar una historia de superación ya que el restaurante original que data de 1995 era una cabañita de madera localizada en el centrito del valle y después de un incendio se fue consolidando hasta llegar a ser la cadena que al día de hoy es.

a manera de nostalgia reciclable y dominguera, las alitas creo ya perdieron mucho de lo que fueron alguna vez, puede ser que el tiempo empaña la memoria pero la verdad es que tanto su servicio, como sus precios y sus instalaciones fueron de alguna manera cambiando de giro y de concepto, al día de hoy es bastante esporádico que me haga presente en una de sus locaciones, sin embargo, hay aun muchas personas que las prefieren. de cualquier manera siempre se guardará un grato recuerdo de ese lugar y por ende decidí un día simplemente llegar a alguna de sus sucursales para ponderar no precisamente alitas.


en definitiva el espacio físico se empata con los lugares estándares de esa mezcla de comida rápida y casara que estamos generalmente acostumbrados a visitar. sin embargo, la decoración suele ser bastante amigable, con matices campiranos y un aire de cabañita colorida que genera buen ambiente.

hay varias pantallas lugar, hay música de ambiente que suele ser la comercial rock y pop que suena en la radio, se cuenta con una barra la cual es manejada por el bartender en casoque se quiera llevar a cabo una comida más informal o solamente tomar algún trago.

el menú (que ha sido varias veces cambiado (y como menciono en el post del sierra madre, esto solamente puede significar el aumento de precios, por más que lo maquillen o integren nuevos platillos)) cuenta con un apartado especial llamado “bufalo wings sándwich” que reza: tú eliges: 100% carne de res o pechuga de pollo empanizada o a la parrilla en pan blanco o integral, todas se sirven con papas fritas. de 8 tipos diferentes de hamburguesas que se ofrecen, en la presente ocasión se ordenó la “regia” por mero simbolismo y una firme creencia en que eventualmente tanto el estado de nuevo león como las alitas se reafirmaran como lo que un día fueron. dicha hamburguesa es descrita como: clásica de clásicas, deliciosa carnne de res o pechuga de pollo, acompañada de fresca lechuga, tomate y cebolla mmm.

me parece que el énfasis que se hace en la posibilidad de cambiar la carne por pollo es bueno, pero el adjetivo de atreverse a denominar “clásica de clásicas” al presente platillo se me hacemuy atrevido en una tierra donde a lo único que está reservado dicho adjetivo es al “tigres vs rayados”, entonces yo pregunto dónde queda el valor de la palabra #posoye no se vale, en fin… después de comer la hamburguesa

la calificación fue la siguiente:


escala del 1 al 10ponderación final
sabor7.50.37 x 7.5 = 2.77
ingrediente principalØ carne O pollo O pescado O camarón
presentación80.21 x 8 = 1.68
consistencia8.50.20 x 9 = 1.80
experiencia7.50.22 x 8 = 1.65
calificacion final = 7.80

mi hamburguesa llego presentada sobre una charolita color rojo, flanqueada por las papas fritas.

el pan viene ligeramente tostadito y en el mismo orden de idea, es de resaltar que el asado de la carne de hamburguesa cuenta con una simetría estéticamente bastante agradable, la lechuga viene en trozos, además de contar con un pepinillo, un aro de cebolla y una rebanada de tomate.

al ser por sus características propias una hamburguesa que no cuenta con ingredientes especiales, lamentablemente el pan va adquiriendo autónomamente la batuta del sabor para manejarlo. de ahí que se pierda el sabor de la carne y las verduras involucradas, así como también eventualmente el pan se va desbaratando .

comentarios puntuales:

  • el precio de la hamburguesa $79.00 pesos
  • escogí la hamburguesa “regia” por los motivos descritos líneas arriba, pero sinceramente creo que hay mejores opciones entre la variedad que se presenta.
  • no se les olvide que el ingrediente principal de cualquier tipo de hamburguesa en el menú puede ser intercambiado por pollo o carne según corresponda.
  • el pan es demasiado y genera problemas tanto de sabor como de consistencia.
  • las papas fritas, de lo más normal. sin mucho que comentar.
  • el precio del refresco refil es de $29.00 pesos

mi recomendación es:

es casi casi un hecho que si un restaurante se llama “las alitas” probablemente su especialidad no seas las hamburguesas, sin embargo el intento es respetable y el simbolismo para nuestra comunidad regiomontana es bastante.


martes, 10 de mayo de 2011

atlántica – hamburguesa de camarón



con cariño para aquel que sanamente me critica mis “muletillas ortográficas”.

soy pésimo para ubicarme, no tengo la más mínima noción de orientación, de ahí entonces (#dicen que cuando dizque escribo dizque académicamente utilizo mucho el “de ahí entonces”, me preocupa utilizarlo en el presente espacio, de ahí entonces que utilice el presente paréntesis) que sospeche el fundamento de mis casi nulos conocimientos en geografía, con decirles que al día de hoy suelo dudar al momento de distinguir al océano atlántico del pacífico, situación que se ve agravada cuando una misma cadena de restaurantes cuenta con dos lugares llamados como los océanos en cuestión, pero en género femenino, casi casi iguales pero con menús y algunas particularidades. en la presente ocasión tuve la oportunidad de acudir al restaurante que no lleva el nombre en femenino del pacífico, es decir al: atlántica.

del cómo:

confieso que para degustar mariscos el presente lugar es uno de los que más disfruto, de ahí entonces que ya van varios cumpleaños que decido celebrarme ahí. el ambiente me agrada demasiado y creo la variedad de platillos es aceptable. desde hace tiempo (me atrevo a decir años) había comido la hamburguesa de camarón que ahí venden pero no la había ponderado ya que no se habían dado las condiciones necesarias (recordar que suelo que una comida antes de degustar la hamburguesa como “special k” y no dejo que pasen más de 5 horas entre cada alimento) pero aprovechando un sábado cualquiera se decidió asistir al lugar en cuestión.

algo de lo que más disfruto del atlántica es sin duda el ambiente, la decoración y el servicio, esto a pesar de durante varios meses un buen (ex) (ene)/a)migo de nombre patricio y de apellido árabe se encontraba ahí laborando de mesero y me contaba historias bastantes no creíbles y de mal gusto. seguramente lo hacía por molestar, como todo aquello que hace. ok, pato es broma ya que luego luego empiezas con susceptibilidades, de ahí entonces que te mande un sincero abrazo hasta barcelona.

como bien decía, el lugar además de contar con todas esas virtudes se encuentra localizado en un área que presenta una postal muy linda de la ciudad y no sé ustedes pero algo que me molesta demasiado al momento de compartir cualquier alimento con algún prójimo es el platicar con interrupciones y escucharlo con ruido o distracciones auditivas de alto volumen (de ahí entonce se explica mi aversión a las food courts).

dentro del menú es en el apartado de “camarones” se encuentra la “hamburguesa de camarón” la cual se describe como: deliciosa hamburguesa con tocino, aguacate, lechuga, tomate, cebolla y salsa tártara.

decidido a ponderar la única opción de hamburguesa que se presenta en el atlántica la cual ya había probado con anterioridad y en varias ocasiones después de comerla…

escala del 1 al 10ponderación final
sabor90.37 x 9 = 3.33
ingrediente principalO carne O pollo O pescado Ø camarón
presentación90.21 x 9 = 1.89
consistencia70.20 x 7 = 1.40
experiencia9.50.22 x 9.5 = 2.09
calificación final = 8.71

un plato redondo con la hamburguesa de camarón, estéticamente bien adornado y con papas suficientes llegó a mi mesa e inmediatamente se apoderó de mi un antojo de degustar esos sabores mixtos que proclaman los dueños del restaurante respecto la cocina mexicana de las costas del pacífico (o del atlántico) adaptada a nuestra comida mexicana y sencillamente de ahí entonces empecé a comer.

las primeras impresiones que me causó la hamburguesa fueron de satisfacción, esto debido a la grata experiencia de sabor generada de la combinación de los panes embetunaditos con la salsa tártara y el ingrediente principal.

me detengo en el ingrediente principal ya que el camarón se presenta en forma de círculo comprimido por diversas tiras de tocino, lo que hace por un lado difícil el mantener uniforme la hamburguesa pero por el otro, es un buen intento de innovar en la presentación.

tengo algunas reservas conforme fui comiendo el alimento, esto debido a que el pan se vuelve bastante susceptible gracias al gran volumen del contenido interior de la hamburguesa y respecto a los aderezos antes mencionados. de hecho les confieso que tuve la necesidad de utilizar tenedor y chuchillo para poder finalizar la hamburguesa de manera mas o menos decente.

pero sin lugar a dudas creo que el sabor es bueno, el precio lo vale y sobretodo la experiencia en conjunto puede catapultarnos hacia alta mar (de hecho estoy hablando de océanos, de ahí entonces que vuelva a fundamentar mi mala geografía).

comentarios puntuales:

  • el precio de la hamburguesa de camarón es de $115.00 pesos.
  • empiezo a dudar de las consistencias de las hamburguesas cuyo ingrediente principal es el camarón, la verdad el pan resultó bastante endeble.
  • el tocino que envuelve a los camarones en lo personal me gustó mucho pero creo a diversas personas les pueda saturar el sabor.
  • los colores de la cebolla morada, los adornos del perejil sobre el plato blanco, lo amarillo de las papas fritas hace que la presentación sea estéticamente perfecta.
  • las papas bien, normal, nada del otro mundo.
  • el refresco cuesta $23.00 pesos.

mi recomendación es:

es bastante agradable reseñar este tipo de hamburguesas. de ahí entonces que invito a degustarla.



adendo:

una sincera disculpa por no actualizar el blog, esto se debió al extravío/robo/garantíaprendaria/depósito de mi blackberry que a la vez sirve de cámara, libreta de notas y hasta teléfono celular al momento de ponderar hamburguesas.