el capítulo
seis de la séptima temporada de la mítica serie “seindfeld” es un clásico en la
historia de la televisión. the soup nazi, presenta un expendio de sopas,
atendido por un tipo autoritario, grosero y dictatorial, al cual resulta
indispensable obedecer en caso de querer su deliciosa comida. lo fácil no vale
la pena. el episodio se desarrolla entre los conflictos que el cuarteto
neoyorkino enfrenta para conseguir el preciado alimento. a mayor miseria mayor
comedia. no quiero hacer un símil entre el presente lugar que me tocó ponderar
la semana pasada, sin embargo me resulta inevitable no acordarme del cocinero
que a su merced por medio de la frase: no soup for you, decidía a quien privar
de su producto. miedo, estrés y angustia enfrentan un duelo a muerte ante
económicas, caseras y ricas, en el boulevard rangel frías, con ustedes:
hamburguesas rita.
del cómo:
no me canso
de decir que lo mejor de mi es mi familia y mis amigos. me centraré en los
últimos. esos que conservo desde la primaria y secundaria. mentira que el
problema sea yo en todas y cada una de mis fallidas relaciones. con mis amigos
llevo más de la mitad de mi vida compartida (es sarcasmo, en definitiva yo soy el problema).
de mis
amigos podría escribir enciclopedias enteras de cómo perdimos el tiempo juntos
ideando planes irrealizables y pendejos, como aquella vez que planeamos pintar
el cuarto de mikes, salir de vacaciones en verano, limpiar el cuarto de
mauricio, hacer una cápsula del tiempo y enterrarla en doctor gonzález, nuevo
león, descubrir el agua en polvo, empezar un negocio denominado “la mareada”,
inventar platillos como los tamales de barbacoa y las conchitas súper
especiales, así como cócteles con distintos alcoholes llamados “sangre de
centauro” u “ososucio”.
en ese mismo
sentido llenaría diccionarios de apodos que ideamos de personas que nunca se
enteraron que los tuvieron, desde la britney, el bonachón, la tofa, la cara de
perro y el cara de perro, el señor del riel, el escrapi, la chafa, el luchador,
el changuitogué, la puta neoyorkina, el carita de sol dos, la pezones, el
oráculo, la cuerpo chido cara de pobre, la espárrago, el enemigo, el juan
volados, el perrito sabroso hasta la caballo, la esplinter, la de todos, el
corki, el cajón, la líder de los ex molcajetes punks, el manitas y el manotas,
el dayono, los pompo, la excelsa, el que se comió al mirrey, la vieja loba, los
paco memo, la hermana de la pezones, el asesino, el magdaleno, la señora de la
rodilla, el charly gallos, la panterita, el masetas, el jimmy bluff, el tigre
del norte, la campuzano, el cachorro y el ay ay ay.
me faltarían
tomos para el anecdotario y relatarles esas ocasiones en que la madrugada nos
descubrió en un tugurio o mejor aún tirados afuera del mismo,
desayunando en el manolín, el al, el rubio o el palax o mucho mejor aún
peleándonos afuera de éste último, todo lo que hemos compartido: las pérdidas y las perdidas, las lágrimas y las risas, las peleas, las
traiciones y las mentiras y las reconciliaciones, las charlas y los silencios,
los osos y los capitanes y porqué no hasta las putas, las ex parejas y las movidas.
en
definitiva mis amigos son los mejores del mundo y no por el pinche cliché que
todos dicen, sino por que mi mundo es barato, pequeño, cuadrado, falsamente complejo y
pocas veces divertido. ellos son buenas personas, transparentes, relajados, serviciales
y atrevidos, frente a uno de mamón, de cobarde, de acomplejado y de irónico, no
queda más que rodearse de ellos, de otras vidas, de otros mundos. probablemente
sin ellos no sería nada de lo que soy, o más bien dicho sería alguien mucho
peor.
ellos
obviamente fueron los que me presentaron a las hamburguesas rita, no
precisamente como hamburguesas rita (nombre que recién se descubrió debido al foursquare)
para nosotros toda la vida (como diría @lore_cantu o emmanuel en su famosa
canción) fueron llamadas o “las hamburguesas de rangel”, “las colesterburgers”,
o “las hamburguesas del señor enojón”.
jóvenes,
intrépidos, tacaños para comer y beber pero magnates para comprarle a la pareja
un reloj de marca, en varias ocasiones nos vimos en la necesidad de asistir a
dicho lugar que como primer turno de prostituta trabaja solamente de ocho pe
eme a dos a eme, cerrando los lunes.
desde
preparatoria hasta la semana pasada que fui con varios de ellos después de un
partido de beis de los sultanes, nos hemos vuelto clientes frecuentemente
esporádicos e intermitentemente constantes a dichas hamburguesas. que a
continuación describo…
“hamburguesas”
se puede leer un anuncio con luces neón color morado en una viga que tal vez
algún día sirvió de techo en lo que viene siendo una cochera. del lado
izquierdo un estanquillito de madera, al fondo un pizarrón color blanco con la
frase “favor de ordenar aquí”, la cual abre el menú que se ofrece en “rita”. al
lado un parilla, que nunca recuerdo haberla visto sin humo, pero chingos de
humo, tal pareciera que el lugar exige a los pobladores aledaños ayuda por
medio de señales en el firmamento.
sillas y
mesas rojas de plástico marca coca-cola, un televisor siempre con mala señal,
un tambo de agua para lavarse las manos y una familia siempre dispuesta a
servirte cuándo se le antoje.
hasta ahí
parecería un típico negocio familiar de hamburguesas caseras. pero el emblema
de este lugar durante muchos años fue su parrillero, el señor enojón, aquel de
figura robusta, grande y aterradora. ese mismo que un día maldijo al papa juan
pablo segundo y bedijo a galilea montijo. siempre malhumorado, esperando que
uno cometiera el mínimo error para cobrárselo a base de bullying. persona
visceral, que nos gritó en diversas ocasiones por no tener cambio o pagar una
cuenta de más de setenta pesos a base de pura morralla.
si no había
cocas en existencia, uno solicitaba lo que tuviera disponible. gritaba mucho,
por más que uno quiera excusarlo al saber que pararse frente a una parilla por
más de cinco horas y calentarse la barriga no es nada fácil, no se justifica la
tensión generada en sus comensales al momento en que algo le salía mal.
vaya
sorpresa la de nosotros un día que llegamos y ya no encontramos al señor
enojón, no lo extrañamos, para nada. pero nos surgió la duda de qué había
sucedido con él. después de varios intentos fracasados y pensando que tal vez
seríamos imprudentes, el más intrépido de mis amigos preguntó a la señora por
el señor enojón que sospechábamos era su marido, nos respondió lo siguiente: su
nombre era martín y es mi primo, ni dios lo quiera que fuera mi esposo. quién
sabe era muy raro. creemos que le robó dinero al de la carnicería.
quedamos
helados con la historia y en lugar de estar tranquilos por saber que no
extrañaríamos al parrillero, algo dentro de nosotros había fallecido. esa
satisfacción por comer sin el apuro de poder ser regañados desapareció al
instante y hasta la hamburguesa nos supo diferente. agradecimos la información
compartida y decidimos continuar nuestras vidas cabizbajos, con sentimientos
encontrados pero sobretodo con esas ganas de seguir adelante esperanzados en
que el señor enojón en estos momentos se encuentre disfrutando de una vida
alegre, sin humo, con galilea y sobretodo sin nosotros.
uno llega al
lugar y lo primero que tiene que hacer es observar el pizarrón blanco que funge
como menú en el estanquillo de madera y ordenarle a la señora dueña del lugar
lo que se quiera comer de entre seis opciones.
el pizarrón
ofrece desde la sencilla y la especial, pasando por la piñaburger y la
champiburger, hasta la triple. suelo solicitar la especial que contiene: carne,
queso, jamón, salchicha (para asar), cebolla, aguacate tomate, mayonesa,
mostaza, esto a menos que traiga demasiada hambre y tenga ganas de dormir de
pie y solicité la triple que contiene 3 carnes, 3 quesos y 3 jamones, más todo
lo de la especial.
me decidí
por la especial, una orden de papas sazonadas y después de terminarme mi
alimento…
la
calificación fue la siguiente:
|
escala del 1 al 10
|
ponderación final
|
sabor
|
8
|
0.37
x 8 = 2.96
|
ingrediente principal
|
Ø
carne O pollo O pescado O camarón
|
presentación
|
7
|
0.21
x 7 = 1.47
|
consistencia
|
9
|
0.20
x 9 = 1.80
|
experiencia
|
7.5
|
0.22
x 7.5 = 1.54
|
calificación
final = 7.77
|
llegó en
platito de hielo seco individual, casi ni cabe la condenada hamburguesa
especial, así namás, pa que le batalle uno, acá chingón. después también en una
vasijita de hielo seco llegaron las papas por separado. sobre la mesa unos
chilitos en vinagre y un botezazo de salsa ketchup (de dudosa procedencia y
consistencia), servilletas y sal.
el sabor es
auténtico, a qué me refiero con auténtico. a eso que me gusta cuando escucho a
un bajista y lo identifico sin siquiera haberlo visto. a un adjetivo que sabes
que a eso sabe. es decir, va el ejemplo, si cierran los ojos y les digo que
traigan a su mente el sabor de una hamburguesa de mcdonalds, oh sorpresa,
aparece ese saborcito sintético a cartoncito corrugado y papelito encerado. así con
hamburguesas rita, ya sabes a lo que saben una vez que sabes que su sabor al
igual que el sistema político mexicano no cambiará nunca.
la
consistencia bien, muy bien me atrevería a decir, ya que a pesar de la
camita de aguacate y de la salchicha para asar, el pan al estar grandito (grandito me gusta más que decir grandecito) resiste como buen disidente
cubano.
tanto la
mayonesa como la mostaza no vienen embarraditas, vienen así rudas, para mashos y
hembras con carácter, el queso es blanco rayado y de igual forma viene así un puño
a la braver, y ahora al no existir señor enojón de la parrilla, comer la
hamburguesa es casi casi un trámite sencillo ante cualquier dependencia de gobierno.
se disfruta, se mancha uno (usé demasiadas servilletas cabe hacer mención) se divierte comiendo la hamburguesa...
comentarios
puntuales:
- el precio solamente de la hamburguesa especial es de
$30.00 pesos.
- la hamburguesa para lo que cuesta y para lo que trae, está
bien a secas. los ingredientes no son así como que los mejores en su rubro pero
cumplen con su función.
- respecto a la carne siempre la dejan bien tostadita, el
sabor entre tanto ingrediente sobrevive milagrosamente.
- todo a la parrilla, es mejor. aciertan en eso las hamburguesas
rita.
- las papas a la francesa vienen en forma de gajos, son
grasosas pero sabrosas, suficientes a mi parecer, vienen con un aderecito
chistozón y se les puede agregar queso por $10.00 pesos más.
- el refresco de botella de vidrio cuesta $10.00 pesos.
mi
recomendación es:
se acabó seindfeld y la vida siguió, perdemos al amor de nuestras vidas y también, se fue el señor enojón de la parrilla de hamburguesas ritas y aquí estamos. sin embargo, gracias al destino, existen las temporadas en dvd para recordar los mejores capítulos de la mejor serie en la historia de la televisión, tenemos imaginación y creatividad para un día puede que pueda ser con la persona amada y las hamburguesas conservan su sabor original.
todo pasa y todo queda, pero lo nuestro, seindfeld y el sabor de rita es pasar haciendo camino, camino sobre la mar.
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por ocasión especial añado foto de las papas
por separado ya que no vienen con la hamburguesa. |