lunes, 19 de marzo de 2012

jac and ray – pita burger



romeo y julieta, batman & robin, timón & pumba, arturitu & citripio, biruta & capulina, beavis & butthead, riggs & murtaugh, bebeto y romario, winnie & kevin, jordan & pippen, bella & edward,  tarzan & jane,  john & yoko, sabina & serrat, di stéfano & puskas, lucero & mijares, frida & diego, cortés & la malinche, tom & jerry, abelardo & eloisa, harry & armanda, bella & bestia, don quijote & sancho, adán & eva: jack & ray (sucursal valle).

del cómo:

me gusta escribir, no por elevar el espíritu y entrar en contacto con el mundo de las artes o alguna mamonería por el estilo. me agrada escribir simplemente por mi mala memoria, por lo olvidadizo que suelo ser, por lo mentirosa y embustera que es mi mente y por que es uno de los pocos refugios donde me puedo aislar y aferrarme a veintisiete letras que suelen fungir como mis mejores aliadas en tiempos de zozobra.

el primer recuerdo que tengo de esta vida es de color naranja. un salón de clases con cortinas plagadas de zanahorias y conejitos, eran avasalladas por un sol intermitente que hacía de esa aula un espacio cromáticamente inolvidable, aquella experiencia fue un intento fallido por parte de mis padres para prepararme a lo que sería mi primer día de clases en preprimaria, desde el momento en que entré al salón, empecé a llorar y a mitad de la jornada mi abuelo, como el superhéroe que suele ser hasta el día de hoy, fue a rescatarme.

ahora bien no es casualidad que el primer recuerdo que tenga de mi vida sea en un salón de clases. en un salón de clases donde me enseñaron a escribir, a tomar notas como si fuera un autómata, a preocuparme más por aprobar un dictado que por mi felicidad. a guardar silencio y compostura independientemente yo no lo quisiera. a ser disciplinado antes que crítico. a condicionar mi conducta a un número redondo y mi alegría a una temporalidad definida.

yo no sé cómo le hagan para organizarse tanto, ni para ahorrar, mucho menos para cumplir sus propósitos de año nuevo, para que no empiecen dieta cada lunes, para que no les aburran sus amistades o peor aun para comprometerse de por vida con alguien. yo no sé, a mi lo que mas o menos me funciona es esto. hacer listas, tomar notas, llenar documentos de inútiles apuntes, serle fiel a la escritura, confiarme de ella. coleccionar libros y revistas, guardar leyes abrogadas y constituciones viejas. adornar mis libreros con mis libretas de primaria, amontonar, arrumbar, almacenar, atesorar impresos. llenar todos y cada uno de mis vacíos con otros. esto con el mero afán de recordar. de poder ser olvidadizo pero de no olvidar dice murakami.

desde hace meses tuve la oportunidad de visitar el restaurante que en la presente ocasión se pondera, si bien el tiempo hace difusos los recuerdos, no mis notas sobre lo que solicité en aquella ocasión.



desde hace 37 años, para mi desde hace 25, existe el jac and ray, el primero de ellos ubicado en la colonia vista hermosa (prima hermana de la colonia linda vista). el fundamente de dicho lugar (según ellos) es que en nuestra querida ciudad del cerro de la silla sólo se comía carne asada, cabrito y tacos. surgiendo entonces una novedosa y creativa forma de vender tortas.

algo hay de cierto en eso, no sé si en lo personal lo pueda etiquetar como un restaurante clásico de la localidad, sin embargo sí es bastante conocido, bien visto y hasta cierto punto un referente para nosotros, ciudadanos del regiomonte.

terminología gastronómica como: papanachos, las tortas de roast beef y queso chihuahua, el tradicional pan árabe, la mezcla que sirve de aderezo a las tortas y pues un ambiente relajado, sencillo y familiar hacen que la franquicia ubicada enfrente del hospital universitario, al día de hoy cuente con doce sucursales. bien por ellos.

el lugar es mmm pues digamos un lugar como del medio oeste moderno empatado con cualquier otro de comida rápida, pantallas con videos, manteles a cuadros multicolores, niños gritando, meseros y meseras sonriendo, beh, ya saben.

el menú cuenta con un apartado denominado “burgers”, con la posibilidad de ordenar: la r - burger o la pita burger,

me decidí por la última debido a que la primera se veía bastante equis, la verdad, ni me inspiró la imagen, mucho menos la descripción. la pita burger, además de contar con el pan tradicional del restaurante, ofrecía lo siguiente: pan árabe + angus beef + queso amarillo + lechuga + pepinillos + tomate + papas a la francesa. existe la posibilidad de solicitar algún ingrediente extra como salami, jamón, tocino, queso chihuahua, cada uno por siete pesos más.

llegó estéticamente la hamburguesa muy bien presentada sobre una charolita roja, con una papelito estampado con la marca del restaurante y otra charolita de papas y después de comerla…

la calificación fue la siguiente:

escala del 1 al 10
ponderación final
sabor
6.5
0.37 x 6.5 = 2.40
ingrediente principal
Ø carne O pollo O pescado O camarón
presentación
8.5
0.21 x 8.5 = 1.78
consistencia
8
0.20 x 8 = 1.4
experiencia
8
0.22 x 8 = 1.76
calificación final = 7.34
no, no sé, no estoy seguro, las especialidades del jac son las tortas, de ahí que siempre pero siempre en un dúo dinámico alguien tiene el papel principal. la pita burger no está rica, ni es una joya, es cumplidora y se limita a llenar el menú para que no digan que ahí no venden hamburguesas, podrían mejorarlas bastantes. 
la carne es grasosa y se nota que es de esas carnes refrigeradas, que su razón de ser no es agradar el paladar sino sencilla y tristemente solo servir de carne. una hojita de lechuga, un par de pepinillos, rebanadas de tomates, un queso amarillo de color blanco y como ingrediente sorpresa la tradicional mezcla que fue de lo que más disfrute junto con el pan.

en definitiva debí haber ordenado una torta tradicional. los duetos encuentran su perfección en su complemento, estando al pendiente de los descuidos del otro, fortaleciendo las debilidades del que el otro carece. jac no existe sin ray, pero sus tortas si existen sin sus hamburguesas.

las han descuidado, hay que decirles que no por fortalecer y realzar su platillo tradicional tengan que menospreciar a otros. o en ese sentido dejar de ofrecerlas.

comentarios puntuales:
  • el precio de la hamburguesa es de $79.50 pesos.
  • el sabor de la carne no es rico, por decirlo de algún modo, sabe mucho a carne industrializada. 
  • estéticamente está cool los platitos muy ad hoc al ambiente del lugar.
  • el pan (a pesar de que está grasosito (como se aprecia en las fotos)) y la mezcla que no te avisan que contiene la hamburguesa fue de lo mejor de dicha ponderación.
  • botecito ketchup, platito con chiles y más pepinillos acompañan el platillo.
  • la cantidad de papas me pareció inadecuada.
  • el refresco en botella cuesta $19.50 pesos. 

mi recomendación es:
robin no existe sin batman, pero esté sí existe sin aquel. en el jac and ray se piden tortas, no hamburguesas.